Todo ha terminado

Sabes que todo ha cambiado, que todo ha acabado:

- Cuando ya no te levantas ni te acuestas pensando en la misma persona todos los días.
- Cuando ya no sólo te fijas en una sonrisa, en esa que te hacía feliz pero sólo de vez en cuando, sino que ves todas las sonrisas que han estado contigo y tú las has ignorado, todas esas sonrisas que te hacen inmensamente feliz.
- Cuando ya no escribes por y para una persona, sino por ser feliz y ser tú mismo, además de hacerlo por los demás.
- Cuando ya no haces el ridículo públicamente para llamar la atención de esa persona que creías especial, sino porque ves que la ridiculez y la graciosidad forman parte de ti, porque sabes que no te importa ser tú mismo o hacer el estúpido para sacar sonrisas.
- Cuando te das cuenta de que la persona que creías que era tu todo, ahora es tu nada.
- Cuando recuerdas esos motes cariñosos como una parte del pasado, ya superados, que te gustaría volver a recibir, pero no de la misma persona.
- Cuando ves que el "buenas noches, princesa" vuelve a ser un tópico utilizado por miles de personas.
- Cuando sabes que no necesitas hablar con esa persona para ser feliz.
- Cuando haces las cosas pensando en ti mismo y en los que te rodean, y no en esa persona que estuvo en un corto espacio de tiempo.
- Cuando comienzas a imaginarte historias con otra persona, historias que deseas que se cumplan, historias por las que sabes que lucharás.